Brunhilde es una líder lobo. Vivió al final de la Edad Media, ese período incierto en el que el cristianismo luchó intensamente por ganarse a las poblaciones principalmente rurales. Nómada, considerada una bruja, debe desconfiar de los bandidos, las bestias, los esclavistas y, en ocasiones, de la bienvenida de los aldeanos.
Cuando llega a un valle forestal en el suroeste de Francia, descubre una situación terrible: la gente es asesinada atrozmente en el bosque, mutilada, y el pueblo está convencido de que un demonio o un hombre lobo campa a sus anchas. Ella es la primera sospechosa. Ayudada por Paulin, un vagabundo comerciante ambulante que se encuentra en el camino, se ve rápidamente obligada a liderar la investigación de estos asesinatos.