Tras realizar un alto en la búsqueda de los elfos desaparecidos, Ariane y sus compañeros se dirigen a la corona del señor, hogar de un rey de los dragones, con el objetivo de levantar la maldición que pesa sobre Arc y ayudar a Chiyome. Al poco de llegar, un malentendido los arrastra a enfrentarse al gran dragón, pero por suerte todo se solventa de manera pacífica.