¡¿Es posible que D haya conseguido matar a Red?! Pero, si es así, ¿por qué la batalla dominical vuelve a celebrarse como si no hubiera pasado nada? Mientras D, incapaz de saborear el fruto de su triunfo, trata de sobrellevar la frustración, unos extraños y elusivos monstruos tienen a la Patrulla desconcertada. La desconfianza de los ciudadanos hacia esta va en aumento al mismo tiempo que la Asociación Protectora de los Alienígenas no deja de ganar nuevos adeptos, una tendencia que termina por dividir la sociedad en dos bandos opuestos...