Tras la repentina detención de Jûzô Haikawa y su posterior confesión, el caso de detención ilegal de menores y abandono de cadáveres parece resuelto. Pero Kanon Hasumi, una de los jóvenes que vivió en la mansión de Haikawa, asegura que el verdadero culpable todavía sigue libre. El entusiasmo de Kanon lleva al detective Jin Saeki a continuar indagando, pero todos los hijos restantes de Haikawa parecen inocentes. Y cuando la investigación de Jin y Kanon parece estancarse, Jûzô Haikawa aparece asesinado en prisión...