Los galos son delicados, bah. Los celtas demasiado caballerosos, puf. Besucones los latinos, gélidos los rusos… ¡Donde esté un vikingo! Un vikingo es valiente, osado, comilón. Bebe, lucha, sabe que el mundo es plano y jamás le preocupará que el cielo caiga sobre su cabeza.
Un vikingo como el mejor de los vikingos, y ese es Hagar el Horrible, solo teme a su esposa Helga.