Arthur Alter no está pasando por un buen momento. Profesor universitario, mediocre y sesentón, tiene harta a su jovencísima novia, nopuede pagar la hipoteca y sus hijos, Ethan y Maggie, no le dirigen la palabra. Para evitar perder la lujosa casa familiar, Arthur decide invitarles a pasar un fin de semana con la excusa de una reconciliación, pero con la intención real de hacerse con la pequeña fortuna secreta que su difunta esposa Francine les legó.
Desde el fallecimiento de su madre, Ethan vive en Nueva York y se ha convertido en un ermitaño. Ha abandonado su trabajo, se ha comprado un apartamento que no se puede permitir y su parte de la herencia prácticamente ha desaparecido. Maggie, por su parte, se haconvertido en una especie de asceta voluntaria. No quiere tocar el legado de su madre, pero, al mismo tiempo, solo consigue trabajos mal pagados que no le dan ni para subsistir.