La existencia de Cassie parece perfectamente normal: vive con sus padres y su hermana en una granja, le encanta ir a la escuela, y le gusta el que, para ella, es el chico más encantador de su clase.
Pero esa existencia aparentemente idílica cambia cuando alguien inicia una macabra «caza» en el pueblo.
Poco a poco, van desapareciendo chicos de la localidad. Uno a uno, regresan taciturnos, deprimidos y violentos. Ninguno de ellos quiere explicar qué les ha pasado y, así, lo que les ha sucedido se convierte en fuente de rumores. Además, las acusaciones acerca de quién es el culpable corren como la pólvora, destapando secretos que nunca debieran haber visto la luz.
A medida que pasan los días y Cassie empieza a atar cabos, también comprenderá que algo horrible está sucediendo a su alrededor. Pero para descubrir la brutal verdad que sucede fuera de su casa, antes deberá enfrentarse a la perversa realidad dentro de ella.