Buddy está paranoico. Tiene casi treinta años y siente que todos los pringados que merodean por su vida podrían echar a perder su recién conquistada estabilidad. Todavía no se ha independizado, pero sus viejos ya no están nunca en casa y, al fi n y al cabo, él hace media vida en la tienda de marchangadas para coleccionistas que mantiene con su socio Jay Spano. Por lo demás, su hermano Butch ha hecho migas con Jimmy Foley, un vecino recién salido de la trena que pretende transformar el hogar familiar de los Bradley en el campamento base de sus trapicheos. En lo sentimental, rondan nuevos intereses eróticos: Sally, la chavala del Starbucks, o Nicole, una enfermera asiática con sus particularidades, si bien Lisa y Valerie no han desaparecido del mapa. Ah, bueno, y Apestoso ha vuelto a la ciudad… con un arma automática. Buddy está a punto de lograrlo. ¿El qué? Eso nadie lo sabe. Su presentimiento es que algo malo va a ocurrir… y va a ser pronto.