A Sudô la vida le sonríe, pues es guapo, desenvuelto y de buena familia. Como es lógico, nunca ha tenido problemas con las chicas. Tiene muchos y muy buenos amigos, y se podría decir que está disfrutando de la vida universitaria en toda su plenitud...
Así es como tendría que ser, pero en su día a día lo que le divierte es molestar a Kishi, que es mayor que él, está en su misma clase y sufre un trastorno de la comunicación social.