Las complicaciones que vinos en el segundo tomo no se detienen ahí, porque el alien, origen de este trastorno, les explica a los humanos que la Tierra sufrirá una invasión de otra raza y que, muy claramente, toda la humanidad desaparecerá. Por lo tanto, es necesario construir un plan que también presuponga medios financieros excepcionales. El fin justifica los medios, es decir, es necesario un robo y el objetivo escogido es un casino. Pero nada es sencillo y todo se complica porque un mafioso secuestra a la hermana de Gilles y a uno de sus amigos. Sin embargo, Chloe no tiene elección: su prioridad solo puede ser salvar el planeta. Este último volumen no defrauda y da al conjunto una buena coherencia. Diversión, velocidad y… ¡bien hecho, Chloé!