La tía de Arturo le pide que la ayude en su peluquería canina. El primer día de trabajo, el niño provoca una pequeña inundación, y para huir de la regañina de su tía, se va al parque del barrio. Es allí donde conoce a Paloma, una niña china, que aparece con su gato al que casualmente llevaba para que lo vean en la clínica veterinaria del papá de Arturo. Hablando, los niños descubren que van al mismo colegio.
Una noche Arturo recibe la visita de un perro fantasma. A él no le gustan los animales, y no entiende por qué el fantasma de un perro lo ha elegido para que lo ayude. Los dos niños intentarán averiguar qué es lo que está sucediendo y vivirán una aventura emocionante.