Inami, un alfa que finge ser un beta, se abalanza sobre Tsugumi cuando huele sus feromonas. A raíz de ese incidente, Megumi decide que deben crear un lazo cuanto antes. Se dispone a hablar con su padre para que acepte su relación, pero se sorprende al ver que no obtiene ninguna reacción por su parte. Mientras tanto, Tsugumi se siente desamparado después de que su discípulo intentase morderle el cuello. Para solucionarlo, opta por darle su merecido a Inami.
Cuando Megumi se entera, se pone furioso y va él mismo a enfrentarse al pretendiente de su novio.