Por un lado, la esperpéntica familia de los Hikizuri: seis hermanos huérfanos, a cuál más escalofriante, que viven en una enorme casa en cuyo jardín reposan las tumbas de sus padres. Por otro, Oshikiri, un adolescente que vive solo en una enorme mansión de estilo occidental, mientras sus padres están en el extranjero por trabajo. La mansión ya tiene un aspecto bastante aterrador de por sí, pero parece que, además, está conectada a otra dimensión, y los que viven allí han encontrado la entrada que comunica ambos mundos. Historias terroríficas que nos acercan al siempre inquientante mundo de Junji Ito.