Con casi dieciséis años, Tiffany Dolorido ya es una bruja en pleno derecho. Ha pasado varios años estudiando con brujas veteranas y ahora ejerce el oficio sola en su tierra natal, la Caliza. Lleva a cabo esas partes de la brujería que no son nada divertidas ni glamurosas, no hacen saltar chispas, no tienen nada que ver con varitas, y de las que rara vez se oye hablar: cuida a los necesitados.
Pero alguien, o algo, está fomentando el miedo, inculcando oscuras ideas contra las brujas y resucitando rumores muy desagradables sobre ellas. De repente, el simple hecho de llevar un sombrero puntiagudo puede traer muchos problemas. Aun peor, todo apunta a que el culpable sea un misterioso fantasma que está persiguiendo a una joven bruja en especial. Y ya casi ha dado con ella...
Con la ayuda de sus diminutos aliados azules, Tiffany deberá encontrar y acabar con este malestar atacando su raíz. Porque si Tiffany cae, la Caliza entera caerá con ella.