En un mundo en que la inmortalidad dá mas problemas que ventajas, en el que para poder sobrevivir lo mejor es estar en la banda correcta y no enfadar a la banda equivocada, una niña forma una pandilla para encontrar en ella algo parecido a una familia. La niña sin nombre se siente sola y hace lo único lógico por alguien que no dice una palabra, pero dispara muy bien. Las calaveras de Moloch resultan más una maldición que una ventaja, y la conquista de Thunderat Town puede parecer un mero trámite, pero no importa si eres inmortal: mucha gente intentará matarte si lo haces.