Octubre de 1567: Tras la dimisión de Margarita de Parma, el Duque de Alba asume el control total de la provincia de Flandes. Comienza un gobierno de mano de hierro contra los rebeldes calvinistas para establecer el orden tras el caótico año de 1566, y en el que los principales líderes son perseguidos y enjuiciados en el Tribunal de los Tumultos, entre ellos los antiguos aliados de la Corona española: Egmont, Horn Guillermo de Orange, así como sus principales seguidores, emprenden su propia guerra contra el duque don Fernando con una serie de invasiones y ataques, comenzando por el asedio a Roermond y el choque en Dalen, que será el inicio de la guerra de los Ochenta Años, o la derrota en Heiligerlee y la cruenta batalla de Jemmingen. Un convulso y sangriento año de 1568 en el que los calvinistas no cejarán en su empeño por volver a gobernar Flandes y los españoles tratarán de consolidar su dominio, ya sea mediante la imposición del orden con toda su dureza o el castigo a los instigadores.