«Aquí dentro puede suceder todo. Cualquier cosa. Tengo que estar preparado. Pero no es fácil. ¡Aunque lo conseguiré! ¡Tengo que conseguirlo! No quiero acabar loco…»
En 1984 se publicó en la revista Creepy una serie con una ambientación de ciencia ficción pero con una trama repleta de angustia y horror psicológico. “Viaje al infierno”, con guión de Carlos Echevarría y dibujos de Rafael Auraleón, nació como una obra de encargo pero acabó convirtiéndose en un ejemplo del buen hacer y la compenetración de dos profesionales con una larga trayectoria en el mundo del cómic. Slim Robinson, atribulado protagonista de la narración, queda aislado en una nave espacial a la deriva, donde asistiremos a su progresivo deterioro físico y mental. Rodeado de la nada, los recuerdos de su insatisfactoria vida invadirán su mente con el miedo a perder la razón. Pero ¿son reales estos recuerdos, o fruto de su psique atormentada? En esta su última obra de historieta, Auraleón sigue proyectando sus obsesiones a pesar de que el guión es ajeno, siendo llamativo cómo Echevarría consigue una historia a la medida del dibujante donde la locura, la depresión y la muerte se muestran de forma constante. «Solo se me ocurre deciros una cosa… ¡Bienvenidos al infierno!»