Cuando Lana regresa a su pueblo costero natal junto a su padre para ayudar a limpiar los estragos causados por la última gran tormenta, se da cuenta de lo mucho que ha echado de menos el océano, y también la fuerte y tranquilizadora presencia de su tía Mae. Allí, en la playa, Lana descubrirá una colonia de acuicornios, unas pequeñas criaturas mágicas que viven en el arrecife de coral y, con ayuda de su tía -quien parece saber más sobre ellos de lo que está dispuesta a admitir-, se encargará de cuidar de uno de estos fascinantes seres al que encuentra malherido. La amenaza de una nueva tormenta hará que se pongan en duda decisiones tomadas mucho tiempo atrás acerca de cómo coexistir con el mar. Sólo entonces Lana comprenderá que necesita hallar la fuerza necesaria para valerse por sí misma.