La leyenda continúa. Maestra de pueblo, la profe más querida de internet, se enfrenta ahora a la peor amenaza de la galaxia: las oposiciones.
María ya no es una maestra novata, pero continúa de sustitución en sustitución; quince días aquí, tres allá, veinte un poco más para acá. Pese a que lleva más kilómetros a las espaldas que Forrest Gump y a que ya se conoce los colegios de media provincia, esta joven no pierde la esperanza de obtener su propia plaza algún día. Además, este año le toca presentarse a las oposiciones, así que no le queda otra que liarse la manta a la cabeza.
Entre las noches en vela por el estudio y las mañanas dando clase en pueblos remotos, no podrá disimular las ojeras de oso panda ni con una brocha. Aun así, María tendrá que enfrentarse a las vaciladas de los de sexto, a la primitiva tecnología de las aulas de informática, a las puñaladas traperas del claustro y, por si fuera poco, este curso, además, también aprenderá quién lleva realmente la batuta en las escuelas (¡incluso más que Inspección!).