Un pintalabios que roba rostros ajenos.
Kasane decide subir al escenario por última vez en la producción escrita y dirigida por Habuta, y, con ello, dejar de usar también el pintalabios. Habuta, incapaz de comprender las acciones de Kasane, empieza a indagar sus verdaderas intenciones y descubre que Nogiku tiene el diario de Nagi Kaidô. Al leerlo descubre el secreto del intercambio definitivo. Entre sentimientos que se complican cada vez más, la realidad queda al descubierto.