Shino Ôshima es incapaz de decir su propio nombre. Pese a todo, consigue hacer su primera amiga desde que entró en el instituto. Entonces empieza a comunicarse, aunque sea torpemente, encontrando siempre las palabras exactas demasiado tarde, cuando ya todo ha pasado.
Pero bueno, la juventud también resplandece para los que son más torpes... ¿O no?