Si la serie había comenzado a aventurarse en el delirio en el precedente volumen, en este nos encontramos metidos de lleno en él. Kitaro desarrolla nuevos y extravagantes talentos con los que enfrentarse a todo tipo de yokais, esos seres sobrenaturales que pueblan la trastienda de nuestro mundo en la mitología japonesa, amén de dinosaurios y sabios locos de diverso pelaje.
Inmensamente popular en Japón, donde no hay niño que crezca sin devorar sus aventuras, Kitaro es el héroe emblemático de una obra que se fija en los monstruos para hablar de los hombres. Pero Kitaro es, también, una serie rebosante de chispa. Las tribulaciones de este pilluelo que debe resolver los conflictos que enfrentan a humanos y yokais, constituyen un auténtico placer que aúna, de forma sutil, la negrura y la ligereza.