La ciudad de Chicago Nova es libre. Le dijeron a David que era imposible, que ni siquiera los Reckoners habían sido capaces de matar a un Gran Épico. Sinembargo, Steelheart -invencible, inmortal, inamovible- ha muerto. Y David fue el responsable de su fin. Pero acabar con Steelheart solo le sirvió para tomar consciencia de todas las preguntas para las que no tiene respuesta. Y en Chicago Nova nadie puede contestarlas. Pese a todo, en Babilonia Restaurada, el lugar antes conocido como Manhattan, quizá pueda encontrar las respuestas. Es una urbe inundada y triste, gobernada por la despótica Gran Épica Regalia, pero David está seguro de que por allí pasa el camino que le llevará a lo que busca, y vale la pena correr el riesgo. Porque la muerte de Steelheart solo logró dejarle un enorme vacío en el corazón. Había logrado llenar ese vacío con Firefight, una Épica desaparecida. Y ahora se embarcará en una empresa más peligrosa y siniestra que la rebelión contra Steelheart. Partirá en busca de Firefight y de las respuestas que necesita.