La falta de interés en las aulas, la ausencia de juicio crítico e incluso el TDAH tal vez podrían solventarse echando un vistazo a la educación natural que propuso el filósofo Jean-Jacques Rousseau hace dos siglos y medio. Rousseau fue un pensador provocador y contradictorio y uno de los hitos más importantes de la Ilustración. Reclamado y repudiado al mismo tiempo por la ideología política de su obra El contrato social (1762) con Emilio asienta su filosofía sobre la educación y el desarrollo humano, basada en las ideas de la bondad intrínseca del hombre y de que su corrupción deriva del alejamiento de la naturaleza y de la esclavitud a la que la sociedad lo somete. Junto con la idea del «buen salvaje», o la bondad natural del hombre, el filósofo francés proponía un nuevométodo educativo que se adaptara a cada etapa del crecimiento del niño y protegiera las virtudes que la naturaleza le había dado. «He ahí las causas funestas y probadoras de que la mayor parte de nuestros males son obra nuestra, y de que los habríamos evitado en su mayor parte de haber conservado la manera de vivir sencilla, uniforme y solitariaque nos estaba prescrita por la naturaleza.»