Una mirada a Tokio más allá de sus rascacielos en un paseo entrañable por la ciudad que nos muestra los secretos de suscallejones y la calidez de su gente.
El encantador paseo de un chico y su perro fantasma por las calles de Tokio nos invita areflexionar sobre la alegría de vivir y las historias ocultas en losrincones cotidianos por los que pasamos. Ippan Nakamura creó al perrocomo un amigo imaginario, pero inspirado en uno real que tuvo, paramostrar lo que puede significar pasear por Tokio y que se puede serfeliz incluso estando a solas. Los personajes, dibujados con trazossencillos, contrastan con las meticulosas escenas de la ciudad y sussecretos.Si se camina por las calles de Tokio se puededescubrir que, a diferencia de la imagen de rascacielos que sueletener la gente en mente, hay muchas calles comerciales antiguas ylugares donde se puede sentir la calidez de su gente.