Guy Dupree se ha saltado la condicional y se ha largado con la mujer, el fusil, la American Express y el Ford Torino de Ray Midge. A cambio, le ha dejado un Buick Special V-6 del 63 que se cae a trozos, además de la cornamenta y la cara de imbécil.
A Midge no le gusta salir, ni bailar, ni confraternizar con la gente. Tiene veintiséis años, vive de papá y está más que orgulloso de su colección de armas y su biblioteca de historia militar. Cuando le llegan las facturas de la tarjeta de crédito, localiza a los tortolitos. Ahora no le va a quedar más remedio que mover el culo. Los movimientos bancarios conducen a México y más allá. Así es que elige un Colt Cobra calibre 38 de su colección, hace la maleta y se pone en marcha en el Buick cochambroso. Le espera una América extraña de moteles lúgubres, médicos iluminados, tabernas inmundas, autoestopistas rumbosas, excombatientes enajenados, ruinas mayas, hippies reaccionarios, señoras videntes, evangelistas descerebrados, grupos extremistas, embaucadores, puestos fronterizos y carreteras interminables...