El artista gallego, autor de Bestiario del Norte y una de las mentes más prolíficas y originales de nuestro país, ha creado un libro inclasificable y de una belleza perturbadora. Ojos llenos de árboles puede ser un cuaderno de campo, un prodigioso ensayo naturalista, un gabinete de curiosidades arbóreas o la crónica de un paseante en el que árboles y bosques, la naturaleza como testigo del tiempo y la memoria, son sagrados, símbolos de lo eterno frente a las bajezas, tropelías y violencias del ser humano, conectando magistralmente pasado y presente a través de legendarios duelos entre leñadores vascos, enormes esvásticas construidas con árboles durante la Segunda Guerra Mundial, niñas que se pierden en el bosque y cuando regresan ya no son las mismas, antiguos ermitaños que vivieron y rezaron en lo alto de los árboles, la cantante Billie Holiday perseguida por los árboles del sur o artistas fascinados con la naturaleza, como William Blake, Caspar David Friedrich, Francesca Woodman, Joseph Beuys o Anne Brigman, entre otros.