DEPORTADO CON SOLO 12 AÑOS, SOBREVIVIÓ A 5 CAMPOS DE CONCENTRACIÓN
Felix nació y creció feliz en el seno de una respetable familia checa hasta los doce años, cuando la invasión nazi arrasó con todo. Su padre huyó a Inglaterra con la esperanza de poder rehacer allí su vida con sus seres queridos, pero los pequeños Weinberg y su madre no tuvieron tiempo de unirse a él: tras pasar un breve tiempo en un gueto judío, fueron capturados por los alemanes. Así comenzó su historia de supervivencia.
Lo perdió todo: el hogar, la esperanza e incluso la identidad. Sobrevivió a cinco campos de concentración, entre ellos Terezín y Auschwitz, y a la marcha de la muerte. Después de perder a su familia en los campos y vivir el horror en sus propias carnes durante cinco años, Felix fue liberado en 1945.
Finalmente, logró regresar a Checoslovaquia y volver a abrazar a su padre. Nunca hablaron de lo sucedido y el Holocausto se convirtió en tabú.
Hasta hoy.
UNA CONMOVEDORA REFLEXIÓN SOBRE EL HOLOCAUSTO