Una nueva entrega de la serie sobre Agatha Raisin, la heroína más aclamada del cosy crime.
Más de diez millones de lectores en todo el mundo.
Mientras una ola de calor azota la campiña inglesa, Agatha Raisin intenta combatir el sopor veraniego preparando tés para sus vecinas de Carsely, pero lo cierto es que, en ausencia de su deseado James Lacey, que ha abandonado el pueblo sin despedirse, y del joven policía Bill Wong, que está de vacaciones y no se ha molestado en llamarla, y sin la perspectiva de una cita con sir Charles Fraith, se muere de aburrimiento. Entonces, como suele suceder en esos casos, toma una decisión que, si Agatha no fuera Agatha, sin duda lamentaría: se mira al espejo y se descubre envejecida y desaliñada. Incluso unas cuantas canas han aparecido en su melena castaña, tupida y lustrosa. Profundamente contrariada, se aplica un baño de color que le deja el pelo de un llamativo color violeta. Luego, decidida a reparar ese terrible desaguisado por la vía rápida, acude a Evesham, cerca de Carsely, donde le han dicho que hay un peluquero excelente, el señor John Shawpart, con fama de mago de los tintes.
Muy pronto quedará claro que éste ,además de habilidoso con la tijera, es muy atractivo y seductor, y no sólo tiene planes para su cabellera sino también para su corazón. Sin embargo, ese futuro común se trunca cuando el señor John muere envenenado en su propia peluquería. A partir de ese momento, con la ayuda de sir Charles Fraith, Agatha tendrá que sumergirse en la vida de las mujeres que frecuentaban el salón: ¿quién podría guardar rencor al apuesto peluquero, adorado por un sinfín de clientas que le confiaban todos sus secretos?