Momo lleva a Bamora por primera vez al instituto y, al atajar para no llegar tarde, ¡se topan con la kuchisake-onna! A pesar de creer haberse librado de ella usando un conjuro, Seiko les cuenta que, en realidad, la kuchisake-onna les seguirá el rastro durante una semana y, para que no las ataque, deben mantenerse en la habitación de Momo a partir de las diez de la noche.
Momo cree que será coser y cantar, pero su enemiga usa lo que Momo siente por Okarun para hacerla salir de su habitación... Al día siguiente, después de clase, ¡Okarun y los demás son atacados por unos extraterrestres desconocidos!