Tsukiko vuelve a la taberna para encontrarse con el profesor, pero la relación parece entrar en un impasse. Aflorarán las dudas y se deberán reafirmar los sentimientos.
El segundo tomo de Los años dulces profundiza en los deseos, los temores y las razones del proceder de los protagonistas. Con el dibujo y el ritmo del mejor Taniguchi, se relatan sin dramatismos, pero con profunda veracidad, el fraguar de los sentimientos y los vaivenes de las dudas.