La descripción del nacimiento de Kitaro resulta escalofriante: último descendiente de una tribu de muertos vivientes, Kitaro nació tuerto, arrastrándose fuera del útero del cadáver de su madre, condenado a errar en un mundo que lo rechaza.
Sin embargo, lejos de la tragedia que presagian tan funestos orígenes, Kitaro es una serie rebosante de chispa. Las tribulaciones de este pilluelo que debe resolver los conflictos que enfrentan a humanos y yokai constituyen un auténtico placer que aúna, de forma sutil, la negrura y la ligereza.
Inmensamente popular en Japón, donde no hay niño que crezca sin devorar sus aventuras, Kitaro es el héroe emblemático de una obra que se fija en los monstruos para hablar de los hombres.
Apasionado de los cuentos populares y de lo maravilloso que se filtra en los intersticios de lo cotidiano, Shigeru Mizuki sitúa a los yokai, unos seres sobrenaturales que pueblan la trastienda de nuestro mundo, en el centro de una creación que oscila constantemente entre lo fantástico, el humor y la poesía.