En el distrito 29 de Hoshigahara, hay un bosque que está rodeado por un viejo muro con verja en la entrada y en el que, se dice, habitan seres fantásticos. Su interior esconde una destartalada casa de madera, donde viven Sôichi y Suzu, dos niños que se relacionan con animales parlanchines y espíritus de objetos. Por allí aparece de vez en cuando alguien en problemas, como un botón nunca usado, una semilla que no quiere ser enterrada o una tortuga con mala salud, y entre todos les sacan del apuro. Pero también suele hacer acto de presencia Nowaki, un agresivo espíritu del viento que odia a Sôichi...