El agente Yang no tiene dudas al respecto: Sangwoo Oh es el asesino de Jieun Min y, tal vez, de más personas. Tras investigarle a fondo, se cuela en su casa en busca de pruebas concluyentes aprovechando que no está, ¡pero el joven vuelve de repente y se produce una reyerta!.
Finalmente, el policía logra reducir al sospechoso y llevarlo a comisaría. Sin embargo, la resolución del caso se complica enseguida: Bum Yoon no abre la boca, mientras Sangwoo juega al despiste con sus respuestas. ¿Podrá el agente Yang obtener el testimonio que demuestre la culpabilidad del criminal?