En la primavera de 1863 la Confederación formada por los estados sureños se enfrentaba a un grave dilema. Presionada en tres puntos por ejércitos federales más poderosos que cualquiera de los que ella pudiera reunir, tenía que hacer una serie de elecciones cruciales: ¿Tomar la ofensiva o permanecer a la defensiva? Y en el segundo caso ¿dónde concentrar sus escasos recursos? Fue Robert E. Lee quien solucionó el dilema proponiendo, como era su costumbre, una acción agresiva que pudiera solucionar todos los problemas de una sola vez: invadir el Norte. En la imagen, Decisión al amanecer, Lee y su Estado Mayor, por Don Troiani. Con un mapa de David Sancho Bello.