La conquista de México de 1519-1521 es, sin ninguna duda, uno de los hechos de armas de mayor trascendencia de la Historia, tanto por la forma en que se acometió como por las consecuencias que tendría tanto para España como para América. Recién terminada la Reconquista, las sociedades de los reinos peninsulares, y en especial de Castilla, se vieron obligadas a buscar vías de escape a las dinámicas de militarización desarrolladas tras siglos de guerras. En paralelo a las contiendas europeas, el descubrimiento del Nuevo Mundo se convertirá en una alternativa para muchos hombres de armas ansiosos de fortuna y, especialmente, para los segundones de la hipertrofiada aristocracia guerrera castellana, que veían bloqueadas sus esperanzas de ascenso en la rígida estructura social hispana. La conquista del Imperio mexica, llevada a cabo por un puñado de soldados-aventureros con muy poco que perder, sería el primer paso en el proceso de transformación de España, ya potencia europea, en un imperio global. Para México, núcleo del virreinato de Nueva España, las consecuencias serían bien distintas y tendrían un enorme calado a todos los niveles. La llegada de los españoles colocará a los indígenas en una posición de clara subordinación cuando no de abierta explotación, traerá consigo epidemias "como la viruela y la tuberculosis" que rápidamente diezmarán a la población, la introducción de especies animales y vegetales europeas alterará el equilibrio ecológico mesoamericano y el implacable proceso de evangelización se encargará de borrar todo rastro cultural prehispánico. No en vano, la hostilidad indígena al proceso de colonización será constante, hasta el punto de que los últimos focos de resistencia, en el Yucatán, no serán sofocados hasta una fecha tan tardía como 1697. Sin embargo, lejos de desaparecer, los rasgos identitarios, tradiciones culturales e incluso creencias religiosas de los pueblos precolombinos terminarán por empapar la imperante cultura oficial hispánica para, junto con el progresivo mestizaje de las diferentes comunidades que habitaban el virreinato, terminar por conformar los sustratos fundacionales de la compleja y multicultural sociedad mexicana actual.