Veamos, si Carpe diem es Aférrate al momento, entonces Carpe jugulum significa...
¡Directo a la yugular!
Un lema perfecto para el escudo de armas de la familia de vampiros que el rey Verence de Lancre ha invitado a la ceremonia de imposición de nombre de su hija recién nacida. Los Urrácula son vampyros modernos que han adaptado la ortografía para estar en consonancia con los nuevos tiempos. Aún mejor: han descubierto el poder del pensamiento positivo para rechazar cualquier intento de ser dominados, sojuzgados y exterminados. Inmunes a los ajos, las estacas y los símbolos religiosos, han salido del ataúd y quieren un bocado del futuro.
Y el futuro empieza por Lancre. Pero el pequeño reino montañoso cuenta con buenas defensas: las brujas Yaya Ceravieja, Tata Ogg, Agnes y, aunque tenga que cambiar pañales entre hechizo y poción, la reina Magrat. Eso sin contar el ejército de hombrecillos azules que lleva un tiempo dando vueltas por la región.