Siempre se enamoran perdidamente... pero no de ella.
Megan Harper tiene diecisiete años y todos sus noviazgos terminan con un chico perfecto que se enamora con locura... de otra persona. Por esto ha decidido no sentir lástima de sí misma y concentrarse en su próxima conquista: convertirse en directora de teatro.
Nunca imaginó que para lograrlo tendría que interpretar a Julieta (sí, esa Julieta) en la obra del instituto y ahora todo es una pesadilla. Megan no es actriz y mucho menos la protagonista, ni en su vida ni en el teatro, ella se ha acostumbrado a estar al fondo del escenario y pasar inadvertida.
En los ensayos conoce a Owen, un aspirante a dramaturgo que está escribiendo una obra acerca de Rosalina, un personaje secundario de Shakespeare que, al igual que Megan, sabe un par de cosas sobre las relaciones fugaces. Cada día que pasa, Megan se siente más y más atraída por él. ¿Será el Romeo que nunca esperó? Por primera vez está decidida a ser la protagonista de su vida y de sus propias historias.