Lee, canta y aprende con la musicalidad de la rima de Pedro Mañas.
El Bosque descansa en una madriguera y deja huellas de hierba allí donde pisa. Cuando salta por las piedras del río, suenan como las teclas de un piano. El bosque tiene su propia música. Y por la noche, cuando todo está oscuro, las luciernagas lo guían de vuelta a su habitación.
Una colección indispensable para que los más pequeños se inicien en la lectura de poesía por:
*su musicalidad con rimas breves y sencillas de estribillos musicales y metáforas lúdicas.
*la presencia de elementos de la naturaleza que el autor dota de personalidad al convertirlos en niños, acercándolos así a los pequeños lectores: el niño bosque, la niña luna#
*las sensaciones que el autor transmite a traves de los cinco sentidos de los protagonistas: lo que cada niño huele, oye, toca, ve y saborea.
*las bellas y coloridas ilustraciones de Katia Kelin.