Isidore Beautrelet, estudiante y detective aficionado, no atrapará a Arsene Lupin. Pero su intervención en los asuntos del ladrón acabará trágicamente para Lupin. En medio de la noche, unos desconocidos desvalijan el castillo del conde de Gesvres. Su secretario resulta muerto y uno de los ladrones, herido. Cuando llega la policía no falta ningún objeto ni pueden encontrar al ladrón baldado que se esconde en la propiedad. Isidore Beautrelet, enigmático estudiante de retórica, se propone desentrañar el misterio. Todo parece llevar la firma de Arsene Lupin.
En el centro de la intriga está el secreto de la aguja hueca, cuyos últimos depositarios fueron María Antonieta y Cagliostro. El arcano que hizo todopoderosos a los reyes de Francia desde tiempos de los romanos hasta la Revolución de 1789 ha caído en manos de Arsene Lupin.
Maurice Leblanc (1864-1941) creó Arsene Lupin.