Siguiendo la costumbre tradicional, según mandan los cánones de belleza para así poder aspirar a un matrimonio que permita a las niñas subir de clase social, la joven Chunxiu es obligada a vendarse los pies para que no crezcan, con la tortura física que supone. Pero el calvario no termina ahí. Con la llegada de Mao deberá soportar la presión de una nueva sociedad que rechaza los hábitos de la China imperial. Los pies vendados constituye un curso de historia de primera mano y, al mismo tiempo, una crítica abierta a las sucesivas revoluciones vividas por China, pero también es la trágica biografía de una mujer que las sufrió.