Tintín, un reportero belga, y su perro Milú son enviados a Moscú por el periódico para el que trabaja, Le petit Vingtième. Durante el trayecto, una bomba colocada por un agente ruso del servicio secreto estalla en el tren en el que viaja. Tintín es acusado del incidente y enviado a prisión pero consigue escapar gracias a su astucia y un disfraz. Después de vivir diversas peripecias, consigue llegar a Moscú.
En Moscú descubre que los Soviets obligan a la gente a votar apuntándoles con armas; que las fábricas más productivas son en realidad edificios vacíos empleados para engañar a los visitantes; como los Soviets solamente dan de comer a los jóvenes si aceptan llamarse comunistas; que toda la región de Moscú se enfrenta a una hambruna debido a la falta de alimentos y al envío de estos hacia el exterior para su utilización propagandística por parte del régimen...
Los soviets planean robar alimentos en las vecinas granjas pero Tintín consigue avisar a los granjeros del avance de las tropas, aunque es capturado. De nuevo consigue escaparse y en su marcha por las desiertas llanuras heladas Tintín encuentra el escondite secreto de riquezas de Stalin, Lenin y Trotsky que éstos habían robado al pueblo ruso (incluyendo un amplio depósito de trigo). Tintín regresa con este secreto en su poder, llega hasta Berlín donde vuelve a encontrarse con agentes soviéticos aunque logra un vez más escapar. Decide volver a Rusia, no obstante una suerte del destino le pone rumbo a Bruselas donde una multitud enfervorizada lo espera aclamándolo.