1191, mientras los Reyes cristianos están en Oriente en las Cruzadas, un gran ejército de las tierras aztecas y mayas invade la costa de Europa. La resistencia es rápidamente erradicada y en 1199 los conquistadores dominan el continente gracias a sus poderes mágicos que les permiten anticipar los movimientos de los rebeldes. La esperanza final es Robin de Luxley, o Robin Hood, el único hombre capaz de ocultarse al oráculo de los invasores. A pesar de las muchas batallas la guerra parece perdida, cuando Robin y sus compañeros intentan una acción desesperada: enviar un embajador al sultán Saladino, suenemigo mortal, y convencerlo de que despliegue su ejército para salvar el cristianismo pero el gran Inca está dispuesta a alterar esos planes.