Warlock y El Alto Evolucionador: los “villanos” de Guardianes de la Galaxia 3

Pronto llegará a la gran pantalla “Guardianes de la Galaxia Vol. 3”.  Y, como venimos haciendo desde hace un tiempo, no solo vamos a hablar de los protagonistas de los próximos estrenos de películas de superhéroes, sino que también vamos a hablar de sus antagonistas y villanos.

Por eso, tras haberte presentado al equipo completo de los Guardianes de las Galaxia, tanto la alineación del equipo original de los 60 como la versión moderna dirigida por Star-Lord, vamos a proceder a hablarte de los que van a ser los malos.

Bueno, llamarlos “malos” quizá sea un tanto genérico. Diremos que vamos a hablarte de un personaje que podría ser un antagonista y luego un aliado, y de otro que pinta que será el villano principal absoluto. Nos referimos, claro, a Adam Warlock y a El Alto Evolucionador.

Sigue leyendo, que te ponemos al día enseguida.

Vamos a lo más básico: Adam Warlock es un ser humano artificial dotado de poderes cósmicos y sentidos místicos aumentados. Técnicamente no puede morir. Es decir, sí puede, pero cada vez que es eliminado o sufre un trauma mental severo su propio cuerpo entra en una forma de capullo de la que emerge después de un tiempo indeterminado completamente regenerado y dotado de apariencias distintas y poderes diversos.

De ahí que, a lo largo de los años, haya tenido diferentes aspectos, personalidades y enfoques. Pero, en lo más básico, es la antítesis de Thanos. Donde uno es caos y muerte, el otro es un orden perfecto y vida sin fin. Quizá por eso ambos polos opuestos hayan llegado a un inusitado nivel de mutua comprensión. Además, puede que Adam sea el único ente al que el Titán haya considerado su único y verdadero amigo.

Dicho esto, pasemos a la historia de este personaje en los cómics.

Aunque no te lo creas, Adam Warlock fue creación de Stan Lee y Jack Kirby. Aunque no como Warlock, no. Originalmente, fue creado como Él, un humano sintético creado por un grupo de científicos llamados el Enclave. Su origen se plasmó en 1967, en los números 66 y 67 de los Cuatro Fantásticos (“Marvel Gold. 4 Fantásticos nº4”). Sin embargo, Él acababa detestando a sus creadores, a los que consideraba malignos, y optaba por acabar con ellos.

Tras este fratricidio inicial, la criatura dio con Thor en los números 165 a 166 de su colección inicial (“Marvel Gold. El Poderoso Thor nº4”) dos años después. Sin entrar en detalles, solo te diremos que el encuentro tampoco acabó bien para Él.

En plenos años 70, Roy Thomas y Gil Kane retomaron el personaje y le dieron una nueva vuelta de tuerca. Inspirados por una lectura postmoderna de los textos cristianos, el dúo reimaginó a Warlock como una suerte de mesías cósmico del Universo Marvel.

De esta manera, presentaron el arco conocido como “La Saga de la Contra-Tierra”, iniciado en 1972. En esta historia, Él fue rescatado de su exilio por El Alto Evolucionador, que había creado la llamada Contra-Tierra, un mundo artificial moldeado a imagen de nuestra Tierra, pero sin superhéroes (y que inspirará el Medio Mundo de la tercera película de los “Guardianes”, intuimos).

Como una suerte de “Satán” futurista, una criatura de El Alto Evolucionador llamada Hombre Bestia empezó a sembrar el caos en la Contra-Tierra. Para solventar el problema, el científico rebautizó a Él como Warlock y le pidió que viajase a este mundo para enfrentarse a su criatura, no sin antes darle una gema-alma. Es decir, la Gema del Infinito del Alma, que por entonces obraba en su poder, y que le permitiría robar el alma de sus enemigos.

Ya en el planeta, Warlock fue recibido por un grupo de adolescentes, que fueron los que le bautizaron como Adam. De esta forma, Él pasó a llamarse oficialmente Adam Warlock y se enfrentó al Hombre Bestia, al que acabó derrotando tras someterse a una suerte de pasión como la del Mesías cristiano.

Tras esto, Warlock cambió de manos y pasó a ser tratado por Jim Starlin, que fue el que le dio la configuración casi definitiva y al que debemos el retrato más completo del antihéroe.

Starlin trastocó a Adam Warlock acercándolo a las tesis metafísicas del momento, trascendiendo el discurso neo-cristiano de Thomas y Kane. Para ello, lo convirtió en aliado/antagonista de Thanos, que ya había sobrevivido a su enfrentamiento con el Capitán Marvel y Los Vengadores. Con ayuda del Titán Loco, Warlock se enfrentó a un siniestro culto llamado la Iglesia Universal de la Verdad, que reverenciaba a una figura carismática y despótica llamada Magus.

Estas aventuras se encuentran en “La Saga de Thanos” y sirvieron para cimentar la extraña amistad entre Thanos y Warlock, antítesis el uno del otro, al tiempo que presentaban a otros personajes secundarios clave en el cosmos de Marvel, como fueron Gamora, Drax y Pip. Sin embargo, también revelaron la identidad de Magus, pues éste no era otro que una encarnación futura de Adam Warlock que había sucumbido a sus peores instintos y que había regresado al pasado para asegurarse de que Adam acabase convirtiéndose en el tirano que estaba destinado a ser.

Para prevenirlo, Warlock usó la Gema del Alma en sí mismo, cercenando la línea temporal de Magus y asentando un modo en el que los héroes pudiesen derrotar a Thanos después de que este se hiciera con la Gema del Infinito. Este era, en principio, el final de Warlock. Pero nadie muere para siempre en el Universo Marvel.

Así, en los años 90 “El Guantelete del Infinito” y el resto de sagas cósmicas convirtieron a Warlock en una pieza fundamental del cosmos de Marvel, erigiéndose como pilar de esta línea de los cómics junto a Thanos. En esta época, Warlock fue un guardia del cosmos, y organizó un supergrupo llamado La Guardia del Infinito con el que evitó numerosas catástrofes cósmicas antes de volver a meterse en un capullo y dormir hasta que fuese llamado para una nueva aventura.

La aventura de “Aniquilación: Conquista” le situó nuevamente en pleno epicentro de los eventos, al convertirlo en el objetivo de Ultrón. Gracias a la ayuda de diversos héroes el maloso cibernético fue destruido, y Warlock pasó a unirse a la primera alineación de los Guardianes de la Galaxia de Star-Lord. Sin embargo, en esta época experimentó una suerte de bipolaridad que acabó saldándose en el resurgir de su personalidad oscura: Magus, quien ayudaría a abrir la puerta al Cancerverso, tal y como se vio en “El Imperativo Thanos”.

Magus fue capturado y retornó a la forma de capullo, de la que Warlock emergió eventualmente. Así, años después, este complejo antihéroe volvió a las páginas de los cómics para detener a Thanos en una serie de novelas gráficas, y fue una pieza clave en el crossover de “Las Guerras del Infinito”.

Tras contarte todo esto, debes entender que lo que veremos en “Guardianes de la Galaxia vol. 3” no será el Warlock de los cómics. No. El actor Will Poulter encarnará la versión de Adam Warlock del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) que no es un experimento cósmico. No. Se trata de una creación de la especie conocida como Los Soberanos, a la que los Guardianes ofendieron durante su segunda película.

Al final de dicho filme, en su escena post-créditos, vimos que Ayesha, líder de Los Soberanos, rumiaba una forma de vengarse de Peter Quill y los suyos. Para ello, estaba fabricando un nuevo miembro de su especie, un ser perfecto diseñado para acabar con los Guardianes de la Galaxia que dormitaba dentro de un capullo. A este ser dijo que lo llamaría Adam.

Ahora bien, cómo se desarrollará este Adam Warlock del UCM es algo que todavía está por verse. Tendremos que esperar a mayo para descubrirlo. Toquemos madera.

Llegados a este punto, podemos hablar ya de El Alto Evolucionador, el que sí que tiene toda la pinta de ser el villano indiscutible de “Guardianes de la Galaxia vol. 3”. Y, también, el responsable de los crueles experimentos que convirtieron al Mapache Cohete (Rocket Raccoon) del UCM en un cafre. O, al menos, eso sugieren los tráileres. Claro que este personaje, encarnado por Chukwudi Iwuji (“El Pacificador”), poco o nada tendrá que ver con su homólogo de los cómics, del que pasamos a hablarte a continuación.

El Alto Evolucionador (High Evolutionary, en el original) es un personaje que ha servido a veces de aliado de los héroes. Y otras tantas de enemigo. Su nombre real es Herbert Edgar Wyndham, un científico inglés relacionado con medio universo Marvel, desde Nathaniel Essex (más conocido como Mr. Siniestro) a Miles Warren (el villano clonador de Spider-Man conocido como El Chacal), pasando por Jonathan Drew (padre de Jessica Drew, Spider-Woman), Phaeder de los Inhumanos, Mercurio y la Bruja Escarlata, y muchos, muchos más personajes de los que no vamos a hablar.

Originalmente, Wyndham era un genio que desarrolló máquinas para acelerar artificialmente y de manera controlada la evolución de las criaturas. De esta forma, lograba que animales corrientes “evolucionaran” hacia formas inteligentes de apariencia humanoide. Pero, debido a que sabía que sus criaturas no encontrarían solaz ni seguridad en el mundo del ser humano, trató de buscar un lugar en el que criarlas y darles refugio. Algo que se convirtió en su obsesión durante el resto de su vida, junto a su intento de dirigir la evolución y estudiarla.

El primer encontronazo registrado entre este científico y los héroes de Marvel fue en las páginas de “The Mighty Thor #134” (1966), recopilado en el segundo volumen de la colección Marvel Gold Thor. En dicho cómic, ambos personajes unían sus fuerzas para acabar con el Hombre Bestia. Es decir, el mismo maloso con el que Warlock se las vería años después.

Tras abandonar la Tierra, El Alto Evolucionador creó la Contra-Tierra, de la que ya te hemos hablado, y decidió poblarla con sus Nuevos Hombres, epíteto con el que designó a sus criaturas humanoides. Aunque luego el planeta fue poblado por réplicas humanas colocadas allí expresamente.

En aras de proteger este planeta y sus habitantes, El Alto Evolucionador colaboró con numerosos héroes en muchas aventuras cósmicas, desde el citado Warlock hasta los 4 Fantásticos, pasando por Los Vengadores. Sin embargo, sus continuos esfuerzos acabaron quebrando su salud mental, sobre todo tras el encuentro con la especie de los Todopoderosos, la cual demostró cuán mediocre era su aspiración de divinidad.

Así, hacia 1988, se desató el evento de “La Guerra de la Evolución”. En él, El Alto Evolucionador cargó contra los héroes de la Tierra en un intento de acelerar la evolución humana de forma activa. De esta forma, pasó de ser benevolente aunque distante a ser un villano que daría guerra hasta bien entrados los años 2000, momento en el que nuevamente la brújula moral del personaje varió, sirviendo en rol de aliado o de antagonista según quien escribiese el cómic.

Así, en los últimos 15 años ha colaborado con Magneto para restituir los poderes de todos aquellos mutantes que perdieron sus poderes tras “Dinastía de M”; pero también casi ha destruido la Tierra al robarle los poderes a Galactus para crear un hábitat autosuficiente en la Luna; y ha acabado siendo derrotado por la División Unidad de Los Vengadores durante el segundo volumen de “Imposibles Vengadores”. Y, como recopetín, también ha trabajado mano a mano con El Hacedor (la versión maligna de Reed Richards proveniente del Universo Ultimate).

Así que una de cal y otra de arena. Pero, por lo que hemos visto en los tráileres, el Alto Evolucionador de “Guardianes de la Galaxia Vol. 3” se parecerá más a su versión maníaca de los cómics que a la del científico obsesivo pero benevolente de su etapa clásica. Una lástima, a nuestro entender. Pero así es el mundo del espectáculo.

Con este larguísimo texto esperamos haberte hecho un bosquejo acerca de cómo son los dos antagonistas de “Guardianes de la Galaxia Vol. 3”. Al menos, en los cómics. Porque, como ya sabemos, el director James Gunn es uno de esos cineastas que se toman enormes libertades a la hora de adaptar el material original. Algo que, por otro lado, se le da bastante bien, como ya dijimos en un artículo dedicado a la fidelidad de las adaptaciones.

No obstante, nosotros en Akira Cómics no vamos a dejar de tocar madera, ya que esta película cierra la trilogía de los Guardianes de la Galaxia y esperamos que sea una despedida por todo lo alto que satisfaga a los neófitos y a los fans de grupo duro por igual.