The Mandalorian: review de la temporada 3

Ha llegado el momento de despedirnos. “The Mandalorian” termina con el final de su temporada 3. La emisión de su último episodio, “El Regreso”, cierra la historia de este western espacial con toques del cine de samuráis. Y lo hace con un final tan explosivo como entrañable.

Y aunque nos dé cierta lástima despedirnos de esta gran serie de Disney +, sabemos que no es un adiós definitivo, sino un hasta luego. Pues recordemos que las series de “The Skeleton Crew” y “Ahsoka” –junto a la ya emitida “El Libro de Boba Fett”– formarán parte de una antología mayor, cuyas series confluirán en un proyecto mayor destinado a cines.

Pero no adelantemos tanto. Volvamos al objeto de nuestro artículo: la temporada 3 de “The Mandalorian”, la cual ha sido recibida bastante injustamente a nuestro entender. Sobre todo por parte de aquellos que han corrido a anunciar su fracaso antes de ver cómo terminaba.

Como ya hemos dicho, “The Mandalorian” ha recibido muchas críticas en este tramo final. En especial, por parte de aquellos que deseaban un regreso a postulados más humildes, como los de su primera temporada.

Por lo pronto, diremos que entendemos los motivos por los cuales se ha decidido orientar como se ha hecho las aventuras de Din Djarin (Pedro Pascal) y Grogu (“Baby Yoda”). Porque no se ha ejecutado de la manera que hemos visto por capricho, ni tampoco por torpeza precisamente.

Debemos entender que esta temporada 3 no solo ha sido una resolución del arco dedicado a la restauración del mundo de Mandalore y la reunión del pueblo mandaloriano bajo una sola bandera. No: también es un modo de rescatar ideas que iban a desarrollarse en la malograda serie de “Rangers of the New Republic”. Es decir, el proyecto abortado tras el despido de Gina Carano (Cara Dune en el universo Star Wars). Esté proyecto iba a jugar un papel análogo al de la serie de Boba Fett, exponiendo más detalles sobre la galaxia de Star Wars en el periodo cronológico en el que se desarrollan las aventuras de “Mando”.

Por tanto, no nos debe extrañar el carácter heterogéneo de esta tercera temporada de “The Mandalorian”, puesto que intenta conciliar conceptos de un proyecto que nunca llegó a ver la luz y la imperiosa necesidad de darle una resolución a este trepidante spin-off de “La Guerra de las Galaxias”.

Y, a pesar de que se nota que la historia se ha forzado un poco para encajar, no estamos nada decepcionados al respecto. Lo único que sí admitimos al respecto es que trata de abarcar mucho y algunas tramas se cierran o no acaban yendo a ninguna parte más allá de la mera anécdota. Aun así, entendemos las necesidades narrativas a las que se someten y, por ello, nosotros también claudicamos en cualquier exigencia ulterior.

En primer lugar, hemos de entender que la temporada 3 que tratamos aquí tenía el problema de lidiar con unas expectativas muy altas. Y ciertamente, su primer episodio, “El Apóstata”, fue mucho más templado que el arranque de la temporada 2. Por poner un ejemplo ilustrativo.

Además, después de lo visto en la temporada 1 y temporada 2 de “The Mandalorian”, es lógico suponer que los fans quisieran algo más espectacular. Pero es que ya poco o nada podía sorprendernos. Solo se podía hacer esta traca final lo más grandilocuente que se pudiese. A pesar, eso sí, de que en justicia haya quien considere que la serie se ha alargado de más, debido precisamente al irresistible reclamo del “Baby Yoda”.

Por nuestra parte, solo diremos que la temporada 3 es sobradamente correcta y consecuente con todo lo que hemos visto hasta ahora. Su conclusión toma todo el sentido del mundo si atendemos a que estamos ante una historia que ha ido creciendo paulatinamente, presentándonos un escenario y personajes, desarrollándolos hasta el desenlace más coherente que podía ofrecernos. Al menos, sin derramar las lágrimas de algún que otro fan.

Rick Famuyiwa (“Dope”) ha sido el director de la mayor parte de los episodios. Y, con sumo tino, ha ido dibujando la culminación del viaje de Din Djarin y su protegido a lo largo y ancho de numerosos planetas. Con esta temporada vemos a dónde le ha llevado su periplo y la evolución final de aliados y enemigos. En este sentido, nos deja buen gusto en el paladar, pues se nota que hay cariño por los personajes y por este universo.

A nivel narrativo, se ha sido comedido pero consecuente con el trabajo previo y, además, se ha aprovechado muy bien el presupuesto. Nuevamente, los escenarios, el vestuario y la diversidad de especies alienígenas y mundos dota de colorido y encanto a esta parcela de Star Wars (algo en lo que, tristemente, cojeó mucho “Andor”). De hecho, este es uno de los grandes atractivos de la serie, todavía vigente.

En paralelo, que se siga incidiendo en el “día a día” de los civiles y personajes corrientes es precisamente un detalle que da más personalidad al producto, pues es un sello del título que se conserva, mantiene y explota con mucha inteligencia. Tanto, que tampoco se descuida el reflejo de las sociedad y los efectos de la “Alta Política” en los habitantes de a pie de calle y cómo el periodo de posguerra en el que se desarrolla la serie les afecta.

Que, además, tengamos a caras conocidas como las de Carl Weathers (Karga), o Emily Swallow (La Armera) en contraste con estrellas invitadas como Jack Black o Christopher Lloyd también nos arranca una sonrisa. Entendemos que haya quien se haya sentido estafado con este desfile de celebridades, pero a nosotros nos ha parecido una buena selección de profesionales con oficio demostrado a sus espaldas.

No obstante, buena parte del peso se lo acaba llevando Katee Sackhoff (Bo-Katan), quien se convierte en la tercera parte de la serie, algo que agradará al fan que sigue a esta aristócrata mandaloriana desde su primera aparición en versión animada. Máxime porque (sin entrar en destripes) finalmente se la restituye como personaje a ojos del espectador.

Igualmente, a nivel de ritmo no nos podemos quejar. Sí. Hubo capítulos “de relleno”, pero en perspectiva podemos ubicarlos dentro de la narración completa, entendiendo la necesidad de rellenar huecos y explicar ciertos giros que iban a ser desarrollados en la citada “Rangers of the New Republic”. Pero al ser este un producto cancelado, entendemos que la forma de solventarlo haya sido la de injertar artificialmente elementos de su trama en la de “The Mandalorian”.

Por tanto, valorando en conjunto la temporada 3 de “The Mandalorian” diremos que hemos salido contentos. Es un bonito cierre que, sin inventar nada nuevo, no deja más cabos sueltos que aquéllos de los que nuestra imaginación quiera tirar.

Algo que todo aquel que haya seguido la trayectoria de Dave Filoni (co-responsable de esta serie junto a Jon Favreau) sabrá es que la mayor parte de sus productos siempre han intentado dar cabida a elementos del antiguo Universo Expandido (el UE). Incluso desde “The Clone Wars”. Sirva como ejemplo el hecho de que nunca llegamos a ver al afamado Darth Revan en dicha serie por negativa del propio Lucas.

Sin embargo, bajo el paraguas de Disney, Filoni ha conseguido ir poco a poco subvirtiendo la directiva principal y poco a poco ha ido colándonos elementos del viejo UE en el nuevo canon de la era Disney. Prueba de ello fueron la introducción de Thrawn y otros personajes de la trilogía de “Heredero del Imperio” en “Star Wars Rebels”, mientras rescataba otros elementos del extinto canon.

Así, esta temporada 3 de “The Mandalorian” parece que sirve precisamente a este propósito secundario. Y como ella, las citadas “The Skeleton Crew” y “Ahsoka”. Sobre todo, esta última, ya que no solo se postula como sucesora de “Rebels”, sino también como una moderna adaptación de la trilogía de Thrawn y el cómic “Imperio Oscuro” a la nueva línea temporal. En tanto se permiten llenar los vacíos argumentales que expliquen toda la nueva trilogía y, en particular, los hechos narrados en el “Episodio IX”.

Prueba de ello es la aparición de muchos elementos que vienen a señalar que el futuro más inmediato de Star Wars ya no estará en el cine, sino en las series. Y nosotros, el personal de Akira Cómics solo podemos rezar y esperar que las próximas producciones nos sean tan gratas como “The Mandalorian”, la cual ha sido un viaje inolvidable. De hecho, no temblaremos al decir que ha dejado un listón demasiado alto para las series y pelis venideras. Y eso podría jugar de nuestra parte si mantenemos una expectativas absurdamente altas.

Con todo, nos aferramos a la esperanza de que las próximas series mantengan la calidad, si no la superan. Por lo pronto, tenemos la vista puesta en “Ahsoka”, donde la presencia de Rosario Dawson es un cebo casi irresistible en el que picaremos. ¿Y tú, podrás resistirte?