The Mandalorian: review de la temporada 2

“The Mandalorian” ha concluido su temporada 2 en Disney +. La serie de Jon Favreau y Dave Filoni da carpetazo a una etapa en los viajes de Din Djarin (Pedro Pascal) y Grogu “El Niño” (o, “Baby Yoda”, como se le conoce popularmente.

Tras un movidito viaje por El Borde Exterior de la galaxia de Star Wars, se cierra un periodo acaecido 10 años después de “El Retorno del Jedi” y se inicia otro nuevo, que promete atar algunos cabos sueltos de la serie de “The Clone Wars” y de “Star Wars Rebels” de cara a la tercera trilogía.

A lo largo de esta temporada 2 hemos tenido de todo: La Fuerza, viejos conocidos de las series animadas (finalmente interpretados por actores en formato de acción real), localizaciones y elementos de los videojuegos, e, incluso, el cameo de algún personaje perteneciente a la Trilogía Original de Star Wars….

Pero, alto: no queremos estropearte el dulce. En tanto terminas de ver esta segunda temporada de “The Mandalorian”, vamos a analizar en una review de los 8 episodios que la componen. Eso sí, tratando de evitarte, en la medida de lo posible, los spoilers y destripes. Si es que Internet y las redes sociales no lo han hecho ya, claro.

En conjunto, hemos salido muy contentos de esta temporada 2 de “The Mandalorian”, en la que el Universo Star Wars se ha desarrollado más todavía, en paralelo a las películas. En muchos sentidos, eso sí, toda la temporada tiene los vicios y virtudes que ya se venían vaticinando desde su primer episodio, en el que “Mando” dio con la armadura de cierto personaje de culto.

En general, “The Mandalorian” continúa con el tono de spaghetti western propio de la serie, que ya quedó implícito en el primer episodio de la temporada 1 de esta serie de Disney +. Lo cual es bueno, a nuestro entender, ya que desarrolla uno de los aspectos fundamentales del ADN de Star Wars.

A su vez, argumentalmente sigue desarrollando la mitología de los mandalorianos. Una decisión que también sirve de plataforma para presentar en formato live-action a una pléyade de personajes de culto o nacidos en las series animadas al gran público que se ha enganchado a la serie sin conocer mucho el mundo de Star Wars.

Esto, por otro lado, no es raro. Como bien sabes, y gracias a nuestro blog dedicado a curiosidades de Star Wars, este universo es inmensamente rico y amplio. De ahí que el fanservice sea algo asegurado. Aunque no lo es tanto que se haga con tanto tino, pulso y buen gusto como el que se ha realizado en esta serie.

En honor a la verdad, Jon Favreau, Dave Filoni y los directores encargados del desarrollo de esta etapa de “The Mandalorian” han dado en el clavo, incluso con los capítulos “de relleno”. Hasta los “deus ex machina” que se llegan a marcar logran encandilar al fan, atacando directamente a su parte emotiva y al efecto nostalgia. Y lo hacen tan bien que nos obligan a decir, casi como un mantra, lo de “este es el camino”.

De hecho, algo que muchos fans de viejo cuño van a agradecer a lo largo de la temporada son los guiños y los rescates de elementos del viejo canon del Universo Expandido, ahora llamado Leyendas. Sin hacerte muchos destripes, el hecho que vemos personajes e ideas que beben de juegos como “Knights of the Old Republic” o “Dark Forces” (por mencionar dos casos obvios), hizo que los ojos nos hicieran “chiribitas” y que pusiéramos cara de tonto. Al igual que nos ha pasado con la inserción de 3 personajes en concreto, sobre cuyas identidades y papeles no nos extenderemos.

Sin embargo, toda esta orgía de fanservice tiene su precio. Y es lo que muchos ya apuntan… la llamada “Marvelización” de Star Wars, que ya se pudo entrever con el relanzamiento de la línea de novelas y cómics hace unos años. En dicha acción, comprobamos que “todo estaba conectado” entre sí, siguiendo el modelo de los cómics de la Casa de las Ideas y de las películas del Universo Cinematográfico de Marvel.

Si bien, y hasta ahora, “The Mandalorian” había sido una joya rara e independiente (uno de sus mayores valores, a nuestro juicio), la serie ha acabado por convertirse en un engranaje primordial que articula el futuro de la franquicia de Star Wars, sirviendo de base para la llegada de las nuevas series que toman el relevo de las películas spin-offs de “Rogue One” y “Han Solo”.

Y, aunque no nos da pereza hacer un nuevo ranking en el futuro de esta series, a imagen y semejanza de nuestro ranking de películas de Star Wars, sí es cierto que nos produce cierta lástima que “The Mandalorian” pierda esa marca de originalidad que la caracterizó originalmente.

Sobre todo, porque, en esencia, va a significar cierta dependencia argumental de los nuevos shows que Disney anunció en el Investors Day de 2020. Es decir, la serie de “Ahsoka” y “Rangers of the New Republic”, ambientadas en el mismo periodo. Y eso, sin contar con las producciones animadas que puedan ir surgiendo. Sirva como dato que se aventura ya un crossover de estas tres series a imagen y semejanza de los llevados a cabo por las series de “The CW” sobre héroes de DC y que dieron pie a mastodónticos arcos como el de “Crisis en Tierras Infinitas”.

Esta decisión, criticable a nivel creativo pero genial a nivel de marketing, tiene dos vertientes: una positiva y otra negativa. Por un lado, imbricará y cohesionará el Universo Star Wars, propiciando la aparición de más y más elementos clásicos y un mayor desarrollo del Universo Expandido. Por otro, se arriesga a sufrir uno de los problemas de los que adolece la industria del superhéroe en la actualidad, en la que las dependencias entre una colección y otra con los eventos de la editorial acaban lastrando la calidad de ciertas historias.  Si resulta una buena elección a largo plazo o una fuga de calidad es algo que el tiempo dirá.

Tras hablar del fondo de la temporada 2 de “The Mandalorian”, también podemos entrar a valorar otros aspectos más técnicos y artísticos que deben ser tenidos en cuenta.

Para empezar, hemos de hablar del uso de la tecnología “stagecraft”, que ya se utilizó en la anterior temporada de la serie con magníficos resultados. En esta segunda temporada de “The Mandalorian”, los directores han sabido llevarla un paso más lejos, propiciando su uso para la presentación de escenarios más ambiciosos todavía: ciudades y pueblos más poblados, escenas de batalla mucho más épicas y elaboradas, localizaciones militares con enorme nivel de detalle, bestias y criaturas espectaculares…

En definitiva, la tecnología “stagecraft” podría suponer un cambio radical en el planteamiento del rodaje de numerosas series y películas, abaratando enormemente los costes si llega a buen puerto. Desgraciadamente, también podría significar el final de la localización de producciones en el extranjero y la muerte de numerosos negocios fuera de suelo yankee si no se llega a un equilibrio entre el uso de esta técnica y el rodaje en escenarios reales.

Robert Rodriguez, Bryce Dallas Howard, Peytton Reed, Carl Weathers y Rick Famuyiwa se lucen con la exposición de episodios que, de no ser seriados, bien podrían habérnosla colado en una sala de cine y nosotros no diríamos ni mu. Su calidad al frente de la dirección es incuestionable, salvo algún fallo puntual, que nos ha logrado hacer sonreír de forma cómplice.

Paralelamente, hemos de señalar que el rodaje y la dirección de actores y actrices es maravillosa y tenemos no solo un gran plantel de personajes maravillosamente recreados, sino también desarrollados con sumo buen gusto y criterio a nivel argumental.

La presencia de Rosario Dawson, Timothy Olyphany, Giancarlo Esposito y de Katee Sackhoff encaja perfectamente con los rostros conocidos de las anteriores entregas fílmicas de Star Wars, logrando encandilarnos y hacernos dar palmas. Su caracterización, gracias al maquillaje y efectos especiales, logra recrear a estos héroes y villanos de una manera magistral, dando lecciones en la materia a más de uno.

Por cierto que, sobre esto, hemos de señalar que la aparición de cierto personaje al final de la serie nos ha dejado ojipláticos. Y, aunque se venía susurrando a gritos su aparición desde hace meses, nos ha encantado cómo se ha insertado en la trama a nivel argumental y también “físico”. Junto a esto, también decir que la escena “postcréditos” de la temporada no tiene desperdicio, ya que es tremendamente impactante y es, posiblemente, el mejor anuncio de un libro de Star Wars que jamás hemos visto.

Además, Ludwig Göransson, el compositor de la BSO de la serie, va más lejos con geniales variaciones de los temas propios de The Mandalorian, experimentando nuevos ritmos y tempos, que se mezclan fenomenal con los conocidos temas de Star Wars. Así, logran una fusión de sonidos que genera una atmósfera épica e inolvidable, dando pie a una de las más grandes bandas sonoras de Star Wars. Con permiso de las clásicas de John Williams.

En conjunto, cerramos diciendo que hemos tenido una especie de éxtasis viendo la temporada 2 de “The Mandalorian” y que te la recomendamos mucho. Tiene sus claros y oscuros. Pero, para nosotros, hay más puntos a favor que en contra para aplaudirla acaloradamente. Permítenos, eso sí, la recomendación: Si todavía no la has visto, vela del tirón, con una buena provisión de palomitas y viandas. ¡No podrás despegar el culo del sofá hasta que termine!

Dicho esto, te recordamos que en Akira Cómics somos unos fans a ultranza de Star Wars. Nos encanta todo: la Trilogía Original, las series, los spin-offs, los videojuegos que han salido… De ahí que tengamos en nuestro almacén un enorme fondo de cómics, novelas y merchandise dedicado a la Saga. Si estás buscando algo relacionado con Star Wars, seguro que lo tenemos. ¡Ven a vernos o visita nuestra web para comprobarlo!

¡Y que la Fuerza te acompañe!

Imágenes | Akira Cómics.