The Mandalorian: crítica de la T1, ya en Disney Plus

“The Mandalorian” puede verse ya completa en Disney +, la plataforma de streaming de Disney, que ofrece contenidos a la carta de forma similar a otras plataformas muy conocidas como son Netflix, HBO y Amazon Prime. Los 8 episodios de la temporada 1 de este primer spin-off de acción real de “La Guerra de las Galaxias” están disponibles, nosotros ya los hemos visto y, por ello, procedemos a su crítica.

En las siguientes líneas, os hacemos la crítica de la temporada 1 de “The Mandalorian”. Ahora bien, si todavía no te has puesto al día con ella, te aconsejamos que no sigas leyendo, porque es posible que te comas algún serio SPOILER (quien avisa no es traidor, akiramigo).  Por tanto, si no quieres comerte un serio destripe, será mejor que pares y vuelvas a nosotros una vez te hayas puesto al día. Lo dicho, los spoilers comienzan después de la siguiente imagen.

Como ya os contamos en la crítica del episodio 1 de la serie, titulado “El Mandaloriano”, la serie de “The Mandalorian” es una producción de Jon Favreau que arranca 5 años después de la historia vista en película de “El Retorno del Jedi”. Por tanto, está ambientada después de la Batalla de Endor, de los primeros niveles del videojuego “Star Wars Battlefront 2”, de la trilogía literaria de “Star Wars: Consecuencias” y, obviamente, de la novela “Estrellas Perdidas”.

El protagonista de la historia es un guerrero mandaloriano reconvertido a cazarrecompensas llamado Din Djarin (Pedro Pascal, de “Juego de Tronos”), que malvive como soldado de fortuna aceptando encargos para el magistrado Greef Karga (Carl Weathers), que dirige ahora un gremio de cazarrecompensas en un mundo del Borde Exterior.

“Mando”, como nuestro anti-héroe es llamado por todos, es contratado por un grupo de imperiales, un reducto militar que pretende reinstaurar el Imperio, para que dé caza a un alienígena de 50 años de edad. Sin embargo, cuando Din lo encuentra, descubre que se trata de un niño de una especie desconocida y, tras pensarse mejor su contrato, opta por protegerlo a toda costa. Aunque eso le ponga en peligro a él y a los otros supervivientes mandalorianos, que fueron expulsados de su mundo natal de Concord Dawn por el Imperio.

De este modo, “Mando” y “El Niño” protagonizarán una fuga por los mundos del Borde, mientras son perseguidos por asesinos y cazarrecompensas que buscan acabar con el mandaloriano y entregar al joven alien a los siniestros agentes del Imperio.

Y hasta aquí, la sinopsis. Vamos ahora con la reseña, propiamente dicha.

Como ya incidimos en el primer episodio, “The Mandalorian” deconstruye el concepto global de “Star Wars”. Es decir, si la franquicia cinematográfica es una amalgama de géneros de películas (cine bélico de II Guerra Mundial, cine de samuráis, ciencia-ficción y space opera, western, etc.), esta serie trata de reducir los conceptos mezclando elementos propios del western y del cine de samuráis, erigiéndose como una heredera del enfoque de la película de “Han Solo”.

Es decir, si  “Rogue One” era depositaria de la esencia de cine bélico que influía en la película original de “La Guerra de las Galaxias”, “The Mandalorian” adopta ideas y conceptos propios del spaghetti western y de historias del Japón Feudal. De hecho, es imposible verla y no acordarse de “Por un puñado de dólares” o de “El Lobo Solitario y su cachorro”.

En este sentido, Jon Favreau plasma con maestría las obsesiones de George Lucas en 8 episodios que no desaprovechan ni un solo segundo de metraje. A lo largo de toda la temporada 1 de “The Mandalorian” asistimos a un desfile de las bambalinas de lo que pasaba en aquella “Galaxia Lejana” mientras Imperio y Rebelión combatían la eterna guerra de los Jedi y los Sith. Es decir, nos alejamos de la épica para ver cómo sobreviven individuos corrientes, que solo pueden confiar en la tecnología, su astucia y sus habilidades.

Gracias a ello, vemos una “Galaxia sin Imperio”, pero también sin ley, el lado amargo del universo Star Wars en donde los fuertes se comen a los débiles, salvo que los débiles tengan un arma más grande. Este tono cínico refuerza el sabor de space opera amarga y de relato de ciencia-ficción narrado de forma seriada, pero perfectamente interconectada. Como curiosidad, su forma recuerda a la de aquellos seriales televisivos de vaqueros de los años 50/70, tan presentes en la cultura yankee y que tanto influyen en esta producción.

Al margen, también hemos de hablar de un elenco de los de quitarse el sombrero. En primer lugar, se debe destacar Pedro Pascal en su papel de “Mando”, exudando carisma y llevando a cabo un trabajo de expresividad corporal de primer nivel. Tanto es así que él solo se haría la serie… de no ser por la presencia de “El Niño”, que es quien le acaba robando las escenas por lo mono que es.

Pero no es el único, cuidado. La presencia de monstruos como Carl Weathers o Nick Nolte en papeles de apoyo hace que la temperatura ascienda y que queramos más de sus personajes y que se conviertan en caras memorables de los mitos de Star Wars. También agradecemos la presencia de Gina Carano (Cara Dune) y del propio Taika Waititi (IG-11), así como de secundarios tan gratos como son Clancy Brown, Werner Herzog, Ming-Na Wen Emily Swallow, Bill Burr o Mark Boone, por citar a algunos. Y eso, sin tener en cuenta la guinda del pastel que representa el siempre grande Giancarlo Esposito en su papel del Moff Gideon, el gran antagonista de la serie.

Respecto a la puesta en marcha de “The Mandalorian”, hemos de decir que es de primera. Por un lado, la escenografía y el diseño de producción están muy cuidados y mimados. Algo que se evidencia en el vestuario y en esos espectaculares storyboards que sirven de créditos finales. Tienen alma propia y, a pesar de estar ante un spin-off, no podemos perder la sensación de que estamos ante un título con entidad e identidad propias.

Y es que la tecnología Cutting-Edge, que aprovecha el Unreal Engine 4, resulta tremendamente eficaz y vistosa, ya que no solo recrea con un alto grado de fidelidad la “realidad” que rodea a los actores, sino que permite una dirección óptima de estos, en tanto que la traslación a pantalla resulta creíble y apenas delata la manipulación digital. Un salto cualitativo en cuanto a calidad respecto a las precuelas, por cierto.

En conjunto, volvemos a decirlo: “The Mandalorian” es una serie de 10. No deja ni un solo fleco sin cubrir o zurcir. A nivel técnico, actoral y narrativo es impecable. Está hecha para el fan de nuevo cuño y para el veterano, el cual será quien (casi de seguro) la disfrute más que nadie. Que, además, vaya a tener ciertos nexos de unión con “The Clone Wars” y con “Star Wars Rebels” (tal y como revela su última escena) nos hace frotarnos las manos, con ganas de que llegue ya su próxima temporada.

En definitiva, diremos que este es el camino. Hemos hablado.

Y hasta aquí nuestra reseña de toda la temporada 1 de “The Mandalorian”. Si quieres saber más sobre Star Wars más allá del cine y disfrutar de su galaxia, ven a visitarnos en Akira Cómics. En nuestras estanterías encontrarás el mejor material de la Saga: sus mejores cómics y novelas, libros de arte, figuras, merchandising variado… todo aquello que un warie de pro (o recién llegado) necesita para sentir el poder de la Fuerza. 

Imágenes | "The Mandalorian".