Reseña: La Broma Asesina, Héroe y Némesis
Jesus Marugán
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Reseñamos “La Broma Asesina”, un cómic con guión de Alan Moore tan sorprendente como importante que analiza la relación entre Batman y el Joker.
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“La Broma Asesina” gravita, tal y como reflexionaba Nietzsche en su obra, en torno al concepto algo enfermizo e inquietante de esa realimentación que hace el que contempla al abismo, y que tiene reflejo habitual en la moneda de dos caras que supone el estereotipo de superhéroe y archinémesis.
Alan Moore, guionista acostumbrado a tocar aspectos delicados de la psique de los héroes de papel, quiso en este caso analizar en una novela gráfica la extraña y sinérgica relación que tienen Batman y el Joker desde los primeros tiempos de ambos personajes. -
Concepto
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Frank Miller había redefinido a finales de los años 80 a Batman a través de dos obras marcadamente épicas, como “Año Uno” y “El Regreso del Señor de la Noche”.
Mientras, Alan Moore prefirió estudiar el origen de Joker y entrelazarlo con una macro-reflexión acerca de su rol con respecto al de Batman, a la vez que plasmaba también el correspondiente rol de Batman a partir de su interacción con Joker. -
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Ambos son las dos caras de una misma moneda. La locura de uno termina donde comienza la del otro –si podemos considerar "locura" la cruzada contra el crimen de Batman provocada por el trauma infantil de ver morir a sus padres.
El mismo trauma, esta vez propiciado por el propio Batman, originó al villano conocido como Joker, y una locura equivalente le movió a significarse como el abanderado del crimen en Gotham City. -
Uno y otro, héroe y némesis, se mueven por inicios traumáticos y una psique cuanto menos afectada por esos inicios, hasta el punto de considerarse mutuamente polos opuestos.
Cuando, en 1988, Moore escribe para DC Comics esta novela gráfica, se plantea darle un pequeño giro argumental al propio Batman, y para ello necesita que el Joker sea el motor de este cómic. -
Uno y otro, héroe y némesis, se mueven por inicios traumáticos y una psique cuanto menos afectada por esos inicios, hasta el punto de considerarse mutuamente polos opuestos.
Cuando, en 1988, Moore escribe para DC Comics esta novela gráfica, se plantea darle un pequeño giro argumental al propio Batman, y para ello necesita que el Joker sea el motor de este cómic. -
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Por un lado, vemos en diferentes flashbacks magistralmente articulados el “making of” de este supervillano, como un ser desgraciado y patético que se ve involucrado en una trama de mafias que le lleva a convertirse, de la forma menos esperada, en el Joker, un personaje tan sociópata como desequilibrado.
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Simultáneamente a estos flashbacks, Alan Moore lleva a Joker a secuestrar al Comisario Gordon para demostrarse a sí mismo y a Batman la fragilidad de la psique de un hombre.
En ese secuestro, como víctima colateral, Barbara Gordon deja de ser para siempre una persona capaz de caminar y entierra para siempre sus aspiraciones de volver a ser Batgirl, pasando a convertirse en Oráculo, uno de los miembros de Aves de Presa junto a Cazadora y Canario Negro. -
Autores
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Por supuesto, una obra de este calibre, meticulosa en su guión, con flashbacks perfectamente sincronizados con la trama principal, con un grafismo limpio y claro, requería para el escritor británico de un dibujante capaz de ser anatómicamente perfecto y visualmente espectacular.
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La solución vino de esa cantera de autores ilustres que es el Reino Unido a través de Brian Bolland, genial ilustrador, destacado miembro del staff de la revista “2000AD” y que años antes había brillado ya con luz propia dándole arte al cómic “Camelot 3000”.
Su elección para acometer con solvencia la plasmación gráfica de los guiones de Moore fue inmediata y muy aclamada por la crítica y el público, que encontró en este cómic una prolongación artística del mejor Juez Dredd de principios de los 80, a la vez que una recreación gráfica del Caballero Nocturno cercana a la del clásico Neal Adams. -
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Significado
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Tal y como se ha comentado al principio, “La Broma Asesina” no es sólo un vistazo al origen de Joker o a su enfrentamiento feroz con Batman. Es mucho más que eso.
En sus páginas, Alan Moore nos conduce a un sutil análisis psicológico del concepto héroe-némesis y a la psicología de ambos, a las motivaciones que mueven a dos personajes como Batman y Joker a estar a la vez enfrentados hasta la muerte y compartiendo un chiste sobre locos. -
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El final de esta obra, sus últimas viñetas, de hecho, son un resumen gráfico, jocoso y casi surrealista de lo que Moore está tratando de decirnos a lo largo de las páginas del cómic.
Por un momento, ambos personajes detienen su pelea –una pelea que llevará a la muerte a uno de los dos– para compartir un momento de risa, un chiste extraño y un tanto absurdo que en sí mismo condensa el aforismo de Nietzsche con el que abríamos este monográfico.
Se trata de un chiste de locos que llega a unir a los dos enemigos, y no sólo por el momento de relax que comporta, no; también porque el propio chiste, contado por Joker, es el gráfico resumen de la eterna lucha de los dos personajes.
Como es habitual en todo cómic de Alan Moore, “La Broma Asesina” tiene una diversidad de lecturas que lo vuelve un cómic muy recomendable. Máxime cuando es uno de los que goza de mejor factura gráfica, con un Brian Bolland en la cima de su carrera y a quien se nota disfrutando viñeta a viñeta del despliegue visual que nos muestra en este cómic. -
¿No te has leído aún “La Broma Asesina”? Pues ya va siendo hora de que no dejes pasar por más tiempo la lectura de esta obra imprescindible.
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Imágenes | Akira Cómics.