Quién es Gorr, el villano de Christian Bale en Thor: Love and Thunder

En julio de 2022 llega a los cines “Thor: Love and Thunder” (“Thor: Amor y Trueno”, vaya). Será una película que adaptará la etapa de Jason Aaron frente a las aventuras del Dios del Trueno y que, por lo tanto, contará con Natalie Portman como Jane Foster y con Christian Bale como el villano Gorr El Carnicero de Dioses.

Con antelación al estreno y a las reseñas que planeamos sobre la etapa de Aaron (consistente en un total de 6 volúmenes, de los cuales solo se han publicado 5 en el momento en el que escribimos estas líneas), hemos decidido hablaros sobre el antagonista de este próximo filme.

Así pues, como hicimos con Jane Foster en su rol como La Poderosa Thor, hemos preparado una guía rápida sobre quién es Gorr y su importancia no solo de cara a la película, sino también su significancia e impacto en los cómics. Aunque, como entendemos que quizá seas una persona muy metida en el mundillo, dicho epígrafe tratará de generalidades que, únicamente, te servirán de orientación.

Y, dicho esto, vamos al lío. Con ustedes, Gorr El Carnicero de Dioses. O, como lo llaman en Latinoamérica, el Dios Carnicero.

Gorr, propiamente dicho, no es un dios. Aunque llegado el momento se comporta como uno, no adelantaremos nada y nos ceñiremos a su historia. Esta arranca en un mundo sin nombre y sumido de lleno en un desastre medioambiental de aúpa.

Nuestro personaje apareció por vez primera en “Thor: God of Thunder #1” (“Thor: El Carnicero de Dioses”), publicado en 2013 como parte de la iniciativa de soft-reboot de Marvel Now! Fue creado como antagonista para el primer arco argumental del Dios del Trueno por Jason Aaron y Esad Ribic (“Loki”), sirviendo como detonante de una larga serie de sucesos que acabarían desembocando en la aparición de la “Thor Mujer”, el ascenso de Malekith y el inicio de “La Guerra de Reinos”.

Pero vayamos por partes y empecemos por el principio. Aunque Gorr apareció relativamente pronto en la serie, su origen no se conocería hasta el sexto número de la colección en donde se narraría su trágico trasfondo.  El cual es el siguiente:

La especie de Gorr, de designación desconocida, era un pueblo seminómada que moraba en un mundo baldío en el que cada vez escaseaba más la caza, el agua y las tierras fértiles. Quizá por esta carestía de recursos, su gente había desarrollado una profunda religiosidad y una confianza en los dioses que… bueno, digamos que no era correspondida por estos.

Desde bien joven, Gorr fue testigo de primera mano de la negligencia de las divinidades a las que su familia y amigos rezaban y a las que las primeras dejaban morir. Su madre fue devorada por bestias hambrientas con una plegaria en sus labios; su mujer embarazada se despeñó pidiendo ayuda a los dioses y su único hijo superviviente murió de inanición en sus brazos mientras rogaba a quien fuera que hubiera “arriba” por su vida.

Esta desidia de los dioses por los suyos avinagró el carácter de Gorr, quien en un acto de herejía declaró públicamente la inexistencia de ningún dios. Lo cual solo le valió para ser apaleado y exiliado. Este destino debería haber supuesto la muerte de Gorr. Pero no fue así. Ya que durante su vagabundeo, topó por casualidad con un par de dioses que cayeron del cielo asesinándose entre sí: uno negro y otro dorado, empalados mutuamente con sus respectivas armas.

Moribundo, el dorado sin nombre pidió ayuda a Gorr, quien furioso adquirió el arma del negro para rematarlo. El arma, sin embargo resultó ser un poderoso artefacto llamado necroespada, que no solo aumentaba su fuerza y longevidad, sino que también podía crear “vida” de masa negra y dar forma a armas y armaduras.

Armado con estas nuevas habilidades, salió al espacio exterior a diezmar y castigar a los dioses de todo el universo, a quienes consideraba poco menos que parásitos que engordaban plácidamente gracias a la fe y el miedo de los mortales.

Durante siglos de sistemática y sutil carnicería, de la que apenas nadie se dio cuenta, Gorr llegó a la Tierra y ejecutó a dioses algoquinos. Sin embargo, aprovechando la ingente cantidad de deidades de nuestro mundo puso rumbo a Escandinavia, en donde se enfrentó con un jovencísimo Thor que todavía ni siquiera había demostrado ser digno del Mjölnir.

El resto es historia. Con el paso de los siglos, Thor logró vencerle y frustrar sus planes de acabar con todos los dioses que aún vivían de un plumazo. Pero el acto le costó caro, ya que sembró la duda en su cabeza. Esta falta de fe fue lo que le hizo perder la seguridad en sí mismo y su dignidad para seguir blandiendo el martillo durante los eventos de “Pecado Original”.

Pero esa es otra historia… sigamos hablando de Gorr. O, mejor dicho, del origen de sus poderes.

Y aquí haremos un breve inciso. Porque Veneno (Venom) y Gorr están “emparentados”.  ¿Recuerdas que te dijimos que Gorr le “robó” un arma a un dios negro al que daba por muerto? Pues bien, el dios negro no era otro que Knull, y no, no estaba muerto.

Para no hacerte un lío, que ya bastante información te estamos soltando “a cholón”, diremos que Knull es el “dios de los simbiontes”. Es un ser primigenio nacido en el vacío del espacio antes de la creación, al que la existencia y el trabajo de los celestiales molestan bastante. Por eso mató a uno de estos gigantes. Le cortó la cabeza (que luego se convertiría en la estación espacial de Sapiencial de Guardianes de la Galaxia) y la utilizó para forjar armas de pura oscuridad y, de paso, a los klyntar. Es decir, a la especie de simbiontes a la que pertenecen simbiontes como Veneno, Matanza (Carnage), Toxina (Toxin) y el resto de sus congéneres.

Si quieres saber más sobre esto, puedes leer el evento de “Rey de Negro”, que salió hace unos años y que contaba el regreso de Knull, el enfrentamiento de Eddie Brock y Veneno con él y un cambio drástico en la balanza de poder cósmica. Pero, por ahora y por lo que a nosotros respecta, nos centraremos en Gorr.

Bueno, si bien Knull no estaba muerto, la pérdida de la nescroespada que le robó Gorr no fue una gran pérdida como tal. A saber, Gorr estaba haciendo por él el trabajo sucio de liquidar dioses, objeto para lo cual había forjado el arma en primer lugar.

En este sentido, aunque estrictamente hablando Gorr no es un simbionte, sí que tenía con la necroespada una relación similar a la de Spider-Man o Eddie Brock con Veneno. Y no es descabellado decir que esta se alimentaba de su psique y que era una entidad independiente que alimentó los peores aspectos de su personalidad, a sabiendas de que eso la conduciría a cumplir su objetivo de aniquilar deidades a diestro y siniestro.

Por eso, en cierta manera podemos señalar que Gorr es una suerte de “Veneno Cósmico” al que pusieron a pelear con un peso pesado a su altura: el propio Dios del Trueno, pero su significación va más allá de sus poderes.

No suena tan bien como “Carnicero de Dioses”, pero el concepto de Misoteista (lit. persona que odia a los dioses) define muy bien a Gorr y lo enmarca de forma perfecta dentro de los mitos de Thor.

En este sentido, Gorr es un concepto fresco respecto a otros villanos del dios nórdico de Marvel, que comparten con él una naturaleza mágica o divina. A saber: Loki, Malekith, Hela, Skurge, Sutr, Encantadora, etc… Pero, a diferencia de ellos, Gorr no es ni más ni menos que un mortal cuyo poder ha sido aumentado por un objeto cósmico con el único fin de acabar con los dioses.

De esta manera, y frente a Loki, que sería el opuesto a Thor en todos los sentidos, Gorr es el “anti-Thor”. Es un mortal plebeyo cuya fe fue traicionada por sus dioses y busca venganza, planteando un conflicto filosófico como fondo al enfrentamiento con los asgardianos de Marvel. Él nos pregunta: ¿realmente el universo necesita divinidades a las que rezar o son los dioses poco más que depredadores y parásitos que se alimentan de la miseria e inseguridad de los mortales?

En base a esto, Jason Aaron desarrolla un choque de posturas entre un dios comprometido con los mortales y la protección hacia estos (Thor) y el campeón de aquellos a los que los dioses dieron la espalda y que esgrime su justa ira por haber fallado en su deber (Gorr). En este encuentro, Thor se obliga a mirarse en el espejo y a poner en tela de juicio incluso su propia identidad y motivaciones. Por lo que, sin ser un villano de largo recorrido, Gorr se merece unos merecidos laureles en un proverbial top de antagonistas del Dios del Trueno.

¿Lo triste e irónico? Que precisamente Gorr cae en la paradoja y, partiendo de su origen mortal, acaba convirtiéndose en lo que detesta presa de su megalomanía y paranoia, que le conducen a una total pérdida de empatía. En definitiva, le conducen a convertirse en un dios degenerado y alienado de los mortales. Es por ello que su propia existencia y fines también son cuestionables al final.

Ahora, en lo tocante a su impacto en el Universo Cinematográfico de Marvel, tenemos que tener claro que la película que dirige Taika Waititi no puede hacer una adaptación literal del cómic ni está obligada a ello. Y lo decimos siendo fieles a nuestra reflexión sobre fidelidad al cómic en medios audiovisuales. Posiblemente tome elementos clave y quede bien retratado, pero el Gorr de los cómics no será el del UCM. Y, ni mucho menos, esperamos tampoco que se mencione su relación con los simbiontes…

Aun así, esperamos algo interesante. No solo por la calidad actoral de Christian Bale, sino porque impone un cambio de ritmo frente a los dos últimos villanos de Thor (el Malekith de Christopher Eccleston y la Hela de Cate Blanchett), que quedaron muy estereotipados en sus caracterizaciones. Y, como ocurre en los cómics, este Gorr hará dudar al ya de por sí dubitativo Thor del UCM. Las tragedias personales de este héroe son un perfecto abono para las reclamaciones del villano, que estamos seguros de que sabrá sacar partido de ellas.

Por eso, y en muchos aspectos, esperamos conceptos discursivos muy interesantes y que el Gorr de Christian Bale nos ofrezca un espectáculo interesante, pudiendo marcar un antes y después en la figura de Thor Odinson de Chris Hemsworth.

En cualquier caso, si quieres conocer más sobre el personaje y acercarte a su arco argumental original, puedes visitar nuestra web Akira Cómics o visitar nuestra tienda. ¡Las puertas de nuestro Valhalla están abiertas de par en par para ti!