“JLA: La Nueva Frontera”: el origen de la Liga de la Justicia en los 50
Jesús Delgado
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“JLA: La Nueva Frontera” de Darwyn Cooke es una de las grandes novelas gráficas. Analizamos esta inmortal versión del génesis de la Liga de la Justicia en los 50.
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El final de 2016 nos trajo una gran alegría: ECC ediciones reeditó uno de los mejores cómics de DC de los últimos 30 años, que también es uno de los mejores cómics de la Liga de la Justicia. Se trata de “JLA: La Nueva Frontera” (originalmente “DC: The New Frontier”), del tristemente desaparecido animador y guionista Darwyn Cooke, que se publicó entre 2004 y 2006.
Hablamos de una obra que se ha consagrado no sólo como una de las mejores historias de la JLA, sino de todo DC Comics. -
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“JLA: La Nueva Frontera” se desarrolla en una realidad alternativa de DC Comics (en el mundo del Multiverso DC conocido como Tierra 21, para más señas).
Esa realidad se ambienta durante los años 50 del siglo pasado. Parte de la premisa de que los superhéroes aparecieron a finales de los 30, como pieza fundamental de la vida y de la cultura americana desde 1938 hasta el Macartismo, momento en el que arranca la historia.
Debido a la paranoia de la Guerra Fría, los viejos superhéroes se han desbandado. Ya no existe la JSA, Capitán Marvel ha desaparecido, Batman es perseguido, al igual que otros justicieros… Tan sólo Wonder Woman y Superman permanecen en activo, trabajando para el Tío Sam al calor de la Guerra de Corea. -
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Sin embargo, esto pronto va a cambiar con la llegada de una nueva generación de héroes encarnada por el segundo Flash, Barry Allen, el Detective Marciano y el siguiente Green Lantern, Hal Jordan. Ellos serán el germen del supergrupo más grande de los cómics: La Liga de la Justicia de América, también conocida como la JLA.
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Cooke, un genio incomprendido
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“JLA: La Nueva Frontera” es, posiblemente, la obra magna de Darwyn Cooke, uno de los artistas más brillantes –pero también menos reconocidos – de la industria hasta su muerte.
Cooke (Toronto, 1962) originalmente fue uno de los animadores de la célebre serie de dibujos “Batman: The Animated Series” y de su secuela “Batman: Beyond”. Estos trabajos le valdría el ser uno de los profesionales que rindieron culto al Caballero Oscuro con un corto: -
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Si bien es cierto que en la animación despuntó, no siempre fue así en el mundo del cómic. Su estilo de ilustración, cercano al cartoon, entraba en conflicto con la moda imperante a finales de los 90.
Saltando esta barrera, en los 2000 Cooke se consagró como un autor de culto y publicó varios trabajos con DC y Marvel, siendo la primera en dónde fue más prolífica. -
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Por citar algunas de sus obras más granadas tenemos su “Batman: Ego”, que recientemente ECC también publicó en España; los primeros números de la serie de “Catwoman” de Ed Brubaker; o el crossover “Batman/The Spirit”, junto a Jeph Loeb.
Además, también colaboraría en las mini-series precuela de “Watchmen”, titulada “Antes de Watchmen”, encargándose de la historia de los “Minute Men” y guionizando la trama dedicada a “Espectro de Seda”.
En lo alto de esta ola, en 2004 nos agasajó con “JLA: La Nueva Frontera”, un cómic que, si bien no redefinió nada ni fue rompedor en el más amplio sentido de la palabra, sí fue un canto al concepto clásico de superhéroe, oponiéndose a la visión postmoderna del justiciero de mandíbula tensa y manos manchadas de sangre que venía implantándose desde los 80. -
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Esta obra nos recordaba la idea de lo que eran los superhéroes. Una idea que Darwyn Cooke interiorizó con muchísima perspectiva y que supo plasmar con mucho acierto a lo largo de toda su carrera.
Desgraciadamente, en 2016, tras padecer un agresivo cáncer de pulmón, nos dijo adiós, privándonos de sus lápices y de su genio. Sin embargo, trabajos como éste son un legado inmortal que no debemos pasar por alto. -
¿Por qué La Nueva Frontera?
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Volviendo al cómic, hemos de explicaros por qué ese título y el motivo de su temática.
Darwyn Cooke es muy inteligente y vuelve a la génesis moderna de los superhéroes en este cómic. No se remite a la Edad de Oro (años 30 y 40), de donde surgieron y en donde sus anacrónicos presupuestos estilísticos y narrativos pueden chirriar.
En su lugar vuelve a los años 50, momento en el que, por temas de continuidad, se traza el origen de los superhéroes como los conocemos hoy, siendo su representación la más aceptada. En esta línea, también realiza una metáfora que va de mano con el título de su cómic.
La Nueva Frontera es una referencia a las políticas de JFK y del ala más progresista del Partido Demócrata que a partir de los 60 se pusieron en boga, coincidiendo con el auge y la Edad de Plata de los superhéroes.
En tanto, recordemos, que durante los 50, todo lo que fuera progresismo sonaba a “rojo comunista”, mientras que la industria del cómic se vio fuertemente afectada por el panfleto pseudopsicológico “La seducción de los inocentes”, que entre otras cosas sugería que Batman se aprovechaba sexualmente de Robin. En fin.
De ahí que se diera la “coincidencia” de que tanto intelectuales y artistas liberales como superhéroes estuvieran criminalizados. Cooke aprovechó este paralelismo para proponer qué hubiera pasado si los superhéroes, de acuerdo a sus principios luminosos y optimistas, hubieran existido y también hubieran sido víctimas de la caza de brujas, dando pie a una Edad Oscura tanto para la disidencia progresista como para el superhombre y los justicieros en los albores de la Guerra Fría.
De este modo, en plena Edad Oscura de la “América Feliz”, Cooke señala también la llegada de nuevos superhéroes: Flash, Green Lantern y Detective Marciano, quienes supondrían el epítome de la nueva generación de héroes.
Estos se unirían a los viejos principios de la Edad de Oro, que a su vez eran representantes de la administración Roosevelt (demócratas de la vieja escuela), trayendo una nueva edad dorada a Estados Unidos y al mundo. -
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Dicho así, “JLA: La Nueva Frontera” suena a panfleto político encubierto. Pero claro, solo si sabes dónde buscar y vas con el radar abierto, conociendo las referencias, las encontrarás.
No obstante, en defensa de Cooke, se debe señalar que su “JLA: La Nueva Frontera” es un relato muy blanco y bastante inocente a pesar de ese tamiz de fábula política con el que cuenta.
De hecho, dejando al margen la política, podemos decir sin que nos tiemble la voz que es de lo mejor que ECC ediciones ha publicado en España en el pasado año y de los mejores cómics que DC publicó en la década de los 2000. -
¿Por qué tienes que leerlo?
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Principalmente por la historia. Darwyn Cooke nos elabora una trama coherente y bien articulada a lo largo de esta novela gráfica, proponiendo qué hubiera pasado si los superhéroes hubieran existido y se hubieran desarrollado según los cómics de su momento.
Esto implica un montón de referencias cruzadas de cultura popular con otras de política e historia. Pero todo ello de manera coherente con el lenguaje puro de los cómics, que en lugar de presentar a los superhéroes bajo una luz desfavorable, como enfermos mentales ultra violentos, los presenta como héroes puros y defensores, epítomes del bien. Un planteamiento que, lejos de intentar molar, es honesto desde su misma concepción. -
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En segundo lugar, porque si eres un comicófilo de pro, vas a alucinar con la cantidad de referencias metacomiqueras de “JLA: La Nueva Frontera”.
Empezando por la presentación del Escuadrón Suicida clásico y de Los Perderos originales y acabando con una historia que termina con el primer número de la “Liga de la Justicia de América”. Por no mencionar todas las perlas y guiños a otros superhéroes que se dan a lo largo de sus páginas.
Claro que, si por otro lado, no eres muy experto, no te preocupes. “JLA: La Nueva Frontera” se lee sola. No es necesario ser muy entendido para disfrutarla. Y, en cualquier caso, al final de la actual edición hay una serie de apéndices, en los que se señalan todos los guiños, cameos y referencias.
Por otro lado, tampoco hemos de dejar de lado el hecho de que el estilo visual de Cooke es una delicia. Al menos si aceptas los postulados estéticos del cartoon.
Darwyn Cooke destila un estilo en su obra que a su vez recrea con mucho tino la estética de los años 50. No muestra la realidad de manera fotográfica, sino que la retrata de acuerdo a una estética y a su vez se recrea en ser fiel a los diseños de la época.
Ora hablemos de los uniformes de los superhéroes, ora de los peinados, vehículos, vestuario o incluso arquitectura, el ilustrador plasma la década en la que se desarrolla la trama con un exquisito buen gusto y una enorme congruencia.
Debido a todo lo expuesto, no podemos sino recomendaros fehacientemente la lectura de “JLA: La Nueva Frontera”, un cómic que podéis encontrar en nuestra sección dedicada a DC. ¡Os estaremos esperando!
Imágenes | ECC Ediciones.